El Fiscal General de Texas, Ken Paxton, ha presentado demandas contra los principales fabricantes de televisores, incluidos Sony, LG, Samsung, TCL e Hisense, acusándolos de recopilar en secreto datos de visualización de los usuarios a través de la tecnología de reconocimiento automatizado de contenido (ACR). La afirmación principal es que estas empresas están tomando capturas de pantalla de lo que los espectadores ven cada 500 milisegundos sin consentimiento explícito.
¿Qué es el reconocimiento automatizado de contenido (ACR)?
ACR es una característica común en los televisores inteligentes modernos. Analiza el contenido que se muestra para ofrecer anuncios dirigidos o recomendaciones personalizadas. Si bien no son inherentemente maliciosos, las demandas alegan que este proceso se lleva a cabo de manera encubierta, lo que genera preocupaciones sobre la privacidad. La mayoría de los televisores inteligentes permiten a los usuarios desactivar ACR en sus configuraciones, pero a menudo está oculto en los menús y requiere conocimiento de la existencia de la función.
Las acusaciones y preocupaciones
La oficina de Paxton afirma que las empresas se transmiten estos datos de captura de pantalla a sí mismas sin notificar a los consumidores. Las demandas se dirigen no sólo a empresas chinas como TCL y Hisense, sino también a fabricantes surcoreanos (Samsung) y japoneses (Sony).
Sin embargo, la declaración del Fiscal General enmarca la cuestión desde un fuerte ángulo geopolítico, enfatizando la “amenaza constante” del Partido Comunista Chino (PCC). Esta retórica plantea dudas sobre si las demandas están impulsadas principalmente por preocupaciones sobre la privacidad o por un sentimiento anti-China más amplio. El comunicado de prensa carece de detalles específicos sobre cómo los datos recopilados por estas empresas representan un riesgo de seguridad tangible para los tejanos.
Por qué esto es importante: el panorama de la privacidad
Las demandas destacan una tendencia creciente: la recopilación de datos de los consumidores mediante dispositivos cotidianos. Los televisores modernos son efectivamente herramientas de vigilancia que recopilan información granular sobre los hábitos de visualización, lo que puede ser valioso para publicidad, investigación de mercado o incluso inteligencia gubernamental. El hecho de que esta recopilación de datos se realice de forma silenciosa subraya la falta de transparencia en la industria tecnológica.
Las demandas también aprovechan preocupaciones más amplias sobre el acceso a datos extranjeros. Si bien se enfatizan las preocupaciones sobre las empresas chinas, cualquier empresa que recopile y monetice datos de usuarios sin un consentimiento claro representa un riesgo.
¿Qué puedes hacer?
Los consumidores preocupados por el ACR deben verificar la configuración de su televisor. La mayoría de los fabricantes permiten desactivar la función, aunque el proceso puede variar.
“Tener un televisor no significa entregar su información personal a las grandes tecnológicas o a adversarios extranjeros”, afirmó Paxton.
Las demandas subrayan la necesidad de una mayor protección al consumidor y una divulgación más clara de las prácticas de recopilación de datos por parte de las empresas de tecnología.
Estos casos probablemente sentarán precedentes sobre cómo se trata la privacidad de los datos en los dispositivos inteligentes. Independientemente de que las afirmaciones estén justificadas o no, las demandas obligarán a los fabricantes a reevaluar cómo recopilan y utilizan los datos de los usuarios.
