Los fabricantes de chips estadounidenses, incluidos Intel, AMD, Texas Instruments y el distribuidor Mouser Electronics, se enfrentan a demandas en los tribunales estadounidenses, acusados de suministrar indirectamente componentes críticos para drones y sistemas de misiles utilizados por Rusia en Ucrania. A pesar de los estrictos controles de exportación, las demandas alegan que la tecnología de estas empresas terminó en armas como el Shahed 136, Kh-101 e Iskander-M debido a una supervisión laxa de la cadena de suministro.
El núcleo de las acusaciones
La acción legal, iniciada por bufetes de abogados estadounidenses y ucranianos, no alega ventas directas a Rusia. En cambio, se centra en el supuesto fracaso de las empresas a la hora de impedir que sus productos llegaran a Moscú a través de intermediarios iraníes y chinos. Los abogados argumentan que las firmas continuaron operando con distribuidores vinculados a actores sancionados, ignorando informes públicos y advertencias gubernamentales sobre riesgos de desvío.
“Los indicadores de desvío eran claros. De todos modos procedieron”. – Declaración de Watts Law Firm
Un informe de 2023 de la Escuela de Economía de Kiev y el Grupo de Trabajo Internacional sobre Sanciones Rusas identificó 174 componentes extranjeros en drones rusos, de los cuales 36 se remontan a Texas Instruments y los chips Xilinx de AMD. Esto ilustra con qué facilidad la tecnología occidental puede eludir las restricciones.
Por qué esto es importante
Esta demanda pone de relieve una debilidad crítica en la seguridad de la cadena de suministro global. Los controles de exportación de Estados Unidos están diseñados para evitar que el equipo militar caiga en manos hostiles, pero la realidad muestra que las brechas en el cumplimiento pueden permitir que tecnología crítica fluya independientemente. Esto no es sólo una cuestión legal; plantea interrogantes sobre la responsabilidad corporativa cuando los productos terminan alimentando un conflicto armado.
El caso también subraya el papel de terceros países –particularmente Irán y China– a la hora de facilitar estos desvíos. Actúan como un conducto, lo que dificulta la aplicación de restricciones directamente en la fuente.
Respuestas de la empresa
Intel sostiene que detuvo los envíos a Rusia y Bielorrusia después de la invasión, cumpliendo con las sanciones. Mouser Electronics declaró que abordará los reclamos en los tribunales, mientras que Texas Instruments y AMD aún no han respondido públicamente. Las demandas buscan compensación para las víctimas de ataques con aviones no tripulados y tienen como objetivo disuadir futuras exportaciones de estas tecnologías.
Mirando hacia el futuro
El resultado de estas demandas podría cambiar la forma en que las empresas de tecnología monitorean sus cadenas de suministro. Si tienen éxito, los casos podrían obligar a adoptar medidas de cumplimiento más estrictas, lo que podría perturbar los flujos comerciales globales y aumentar los costos. En términos más generales, el desafío legal señala un creciente impulso a la rendición de cuentas entre las corporaciones cuyos productos contribuyen a la guerra moderna.





















