Francia está aumentando drásticamente su inversión en sistemas de defensa basados en el espacio, asignando 4.200 millones de euros adicionales para reforzar sus capacidades de aquí a 2030, elevando el compromiso total a más de 10.000 millones de euros. Este aumento de la financiación indica una clara intención de contrarrestar las crecientes amenazas en órbita y mantener la superioridad operativa frente a las naciones rivales.
La medida se produce cuando las potencias globales reconocen cada vez más el espacio como un dominio crítico para las operaciones militares. La estrategia de Francia no consiste en iniciar un conflicto, sino en garantizar que sus propios activos sigan siendo seguros y operativos en un entorno en el que los adversarios están desarrollando activamente capacidades contraespaciales.
Despliegue de una constelación de satélites de vigilancia
Un elemento clave del plan de Francia es el despliegue de una flota de microsatélites diseñados para la inspección de corto alcance y la protección de sus activos orbitales. Infinite Orbits, con sede en Toulouse, ha conseguido un contrato de 50 millones de euros para proporcionar estas capacidades, incluido el sistema PALADIN, una red de satélites de 100 kilogramos capaces de acercarse a otras naves espaciales en un radio de un kilómetro.
Estos ágiles microsatélites servirán como “centinelas espaciales”, monitoreando la actividad de otras naciones y potencialmente interviniendo para salvaguardar los satélites franceses de interferencias o ataques. El satélite Orbit Guard es otro componente de este sistema, diseñado para una vigilancia persistente desde la órbita geoestacionaria.
Capacidades de defensa en órbita terrestre baja
Francia también está desarrollando sistemas para contrarrestar las amenazas en la órbita terrestre baja (LEO), por debajo de los 2.000 kilómetros. El proyecto TOUTATIS, un esfuerzo conjunto entre U-Space y MBDA, se centra en detectar, monitorear y potencialmente neutralizar acciones hostiles en esta zona crítica.
El satélite SPLINTER, un satélite ágil de “acción”, trabajará en conjunto con el satélite “de observación” LISA1 para proporcionar una conciencia situacional mejorada y capacidades de respuesta. Estos sistemas ya han sido objeto de demostraciones exitosas desde 2021, según el ejército francés.
Guerra espacial no cinética: láseres y bloqueadores
A pesar de comprometerse públicamente a no probar misiles antisatélite (ASAT), que generan desechos espaciales peligrosos, Francia está desarrollando activamente armas no cinéticas. Estos incluyen láseres de alta energía y bloqueadores de guerra electrónica diseñados para perturbar o desactivar satélites enemigos sin destrucción física.
El desarrollo de estos sistemas permite a Francia mantener una disuasión creíble sin violar las normas internacionales en materia de desechos orbitales. Este enfoque refleja un cálculo estratégico para evitar una escalada y al mismo tiempo garantizar que sus propios activos espaciales permanezcan seguros.
Conclusión: La inversión acelerada de Francia en armamento espacial subraya la creciente militarización de la órbita. Al combinar capacidades de vigilancia, inspección de corto alcance y guerra no cinética, Francia se está posicionando para defender sus intereses en un ámbito cada vez más disputado. Esta acumulación no es un movimiento aislado sino parte de una tendencia más amplia entre las principales potencias para asegurar su acceso al espacio.
